lunes, 9 de junio de 2014

“Cuentos que cuentan los indios”

Reseñas
Gustavo Roldán. Cuentos que cuentan los indios. Buenos Aires, Editorial Alfaguara. Gustavo Roldán es un escritor chaqueño -nacido en Sáenz Peña- que posee la admirable maestría de saber “contar el monte”. En casi todos sus libros – escritos para chicos pero que pueden ser disfrutados por gente de todas las edades – los protagonistas son los animales, pero principalmente los que son hijos de esta tierra: coatíes, sapos, yaguaretés, monos, zorros. Los cuentos de Roldán son de una realidad visible y audible para quienes crecimos en esta región.

Por facundo binda
chamame@argentina.com

En el libro que hemos elegido para esta sección, Cuentos que cuentan los indios, los protagonistas son los pueblos que habitaron y habitan esta zona desde antaño: tobas, matacos, guaraníes. En los relatos de este libro se cuenta la creación del mundo y de los dioses, la apropiación del fuego, la explicación de los fenómenos cósmicos, la interacción de hombres y animales, la aparición del conquistador europeo y su choque con los dueños de la tierra. Las historias de estos pueblos toman aquí nueva vida y, como el humo de la pipa que se eleva llevando la palabra a los dioses, también se alzan entre nosotros haciéndose oír y perpetuando así su existencia.


Ya desde el prólogo al libro, Roldán nos advierte de lo impropio del título y nos invita a reflexionar sobre esos “otros” que son “los indios”. “Decir indios, metiéndolos en la misma bolsa, y entender que estamos hablando de todos los hombres que habitaron desde los comienzos este mal llamado “nuevo mundo”, es uno de los errores que nuestra escuela no se ha encargado de corregir. Seguramente es más cómodo unificarlos por el color de su piel que pensar que fueron naciones diferentes, de distintos orígenes y tradiciones, con costumbres y pensamientos múltiples, a veces naciones enemigas que guerrearon durante siglos. Pero eso sería aceptarlos, y aceptar su existencia, su lengua, su pensamiento, sus creencias, es entrar en complicaciones que el blanco decidió que no le convienen.

Recorrer el camino que ha trazado Roldán en este libro es recorrer el pasado que nos habla desde la tierra; no una historia de fundaciones y conquistas, de sometimiento y progreso, sino una historia de armonía y de comprensión, un insertarse en el mundo y dejarse pasmar por él; las voces de la naturaleza se elevan por sobre la de los hombres.

Escuchar lo que tienen para contarnos estos pueblos, aprender a entender por ellos el universo en que hoy estamos insertos; apreciar desde niños la riqueza y profundidad que poseen para brindarnos nuestros antiguos padres.

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