miércoles, 22 de octubre de 2014

“Todo tiempo tiene su encanto y sus particularidades”

La destacada y estimada escritora Olga Zamboni desanda aquí su camino literario de poesía, cuentos y relatos. En Misiones destacan el impulso que le da Olga Zamboni a los escritores jóvenes y su trayectoria literaria, la estiman los escritores regionales como Gabriel Ceballos quien la llama “mi comadre”. Su literatura es en parte un gran libro biográfico, aunque advierte que no extraña nada del pasado. “Todo está vivo en mi recuerdo, sean paisajes geográficos o humanos. No extraño el tiempo que fue, creo que la vida es una sucesión de ciclos que se van viviendo alternativamente y todos tienen su encanto y sus particularidades”.

Por paulo ferreyra
Paulo.ferreyra@yahoo.com.ar


La escritora Olga Zamboni nació en Santa Ana Misiones, es profesora de letras, fue maestra rural, profesora de letras en enseñanza media, superior y universitaria. Olga es miembro correspondiente de la Academia Argentina de Letras y ha publicado Latitudes, Poemas de las Islas y de Tierrafirme, Tintacuentos, El Eterno masculino, Veinte cuentos en busca de un paraguas, "MitoMinas", “Poemas del caos", “Orquídea en versoimagen", “Relatos Sencillos”, entre otros.

Tenía el calzado teñido de esta tierra roja, alzo la mirada y el paisaje se abre en diferentes formas, diferentes colores, diferentes alturas. Por las calles de tierra me cruzo con alguien que no conozco y me saluda, le devuelvo el saludo y sigo mi camino. Ahora tengo en mis manos libros de Olga Zamboni y todo Misiones vuelve a mí, en esta charla la escritora vuelca su mirada sobre su propia vida.


- En primer lugar leyendo “Sugestiva Santa Tecla” uno tiene la sensación de que es un libro muy intimista. Abriste las puertas de tu casa. ¿es así o crees que en otros libros fuiste más intimista? ¿Por qué?

No diría intimista, tal vez familiar, pues hay en los relatos situaciones que se “inspiran” en hechos de la vida real, en tanto que el lugar, Santa Tecla, me es conocido por las veces que he ido a pasar un fin de semana o un domingo a disfrutar del paisaje de río-lago junto a familiares y amigos. Creo que se es más intimista en la poesía, en mi caso, en Latitudes, Poemas de las Islas o El Eterno Masculino. Llamo intimista a la expresión de sentimientos íntimos, escondidos, muy personales.

-Escribís cuentos, relatos y poesía, estas estructuras literarias te dictan el lenguaje que vas a usar en cada uno de ellos o te lo planteas antes de escribir. En qué estructura te sentís más cómoda.

Generalmente, de entrada, una sabe si lo que va a escribir es prosa o verso. La prosa puede devenir luego en cuento, novela o simplemente una prosa X que acaso no trascienda. En cuanto al verso, podrá llegar a ser poesía luego de un largo trabajo de corrección y reescritura. Estos dos últimos “procesos” son válidos para la creación de toda obra literaria, en cuya concreción final soy más bien lenta.

-Leyendo “Relatos Sencillos” hay muchos colores, personajes, sonidos y texturas de un tiempo determinado. ¿De todo ese paisaje que cosas extrañas?

Relatos sencillos recoge cuentos de diversas épocas de mi vida: la de la niñez, en los recuerdos familiares; la de la escuela secundaria, cursada desde mi condición de pupila o internada; la etapa en que me desempeñé como maestra rural en una “escuelita de monte” y otros de tiempos más recientes. No puedo decir que extrañe algún paisaje. Todos están vivos en mi recuerdo, sean paisajes geográficos o humanos. No extraño el tiempo que fue, creo que la vida es una sucesión de ciclos que se van viviendo alternativamente y todos tienen su encanto y sus particularidades. Al superar cada ciclo adquirimos madurez. “Queda la música” como canta Luis Eduardo Aute.

-Participaste del documental “Horacio Quiroga, el desterrado”. ¿Qué significa para vos su literatura? ¿Influyó algo en tu obra literaria?

Fue un verdadero placer participar en ese documental que obtuvo el Martín Fierro Federal de Oro, muy bien dirigido por Marcelo Dacher. En cuanto a Horacio Quiroga, es prácticamente el creador del cuento en lengua castellana y de la crítica cinematográfica en la Argentina. Un polifacético “homo faber” además de excelente escritor de todos los géneros literarios. Un maestro. No sé si influyó en mi propia obra, pero sí que lo estudié a fondo desde mis épocas de estudiante del profesorado y no he dejado de ahondar en sus letras y en su vida.

-Por último, aquí hay un poeta maravilloso llamado Aledo Meloni. El me aconsejó varias veces que no publique todo lo que escribo sino aquello que yo crea que haya acertado, aquello que realmente sienta que es bueno. Frente a mi tengo tres libros, “Sugestiva Santa Tecla”, “Relatos Sencillos”, “Misiones mágica y trágica” y en los tres está tu cuento “El Ayudante” ¿Qué te sucede al volver a leerlo?

Me encanta que nombres a don Aledo, un gran amigo y un poeta único e irreemplazable quien, además de sus maravillosas coplas, por cierto, ha escrito poemas dedicados a Quiroga, cuya casa visitó en Misiones. Una gran persona. Lo quiero y admiro muchísimo. Coincido con él en eso de que no hay que apurarse en publicar sino darle con todo a la corrección de lo escrito hasta obtener un resultado satisfactorio.

El Ayudante fue el primero de la serie que fue a integrarse en “Santa Tecla”. Cuando lo escribí no pensaba en que le seguiría una cadena de relatos, que se fue dando posteriormente. Le tengo mucho cariño a este cuento porque se hizo bastante popular merced a una publicación de la Biblioteca de las Misiones del Centro del Conocimiento. Si lo vuelvo a leer, me gusta. Creo que es un buen cuento de ambiente regional.




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